“2020, que enseñanza nos dejó y que podemos esperar para el 2021”

Pero a pesar de todo lo negativo, la pandemia también nos deja algunas enseñanzas que es bueno destacarlas, aprendizajes que debemos tener en cuenta.

Una enseñanza que la pandemia ha puesto de manifiesto es la radical igualdad entre todos los hombres y mujeres de este planeta. Todos somos igualmente vulnerables ante una pandemia como esta, ante la posibilidad de contagio, todos nos sentimos inseguros, todos tenemos temor por lo que pueda pasar. Y este sentimiento de radical igualdad entre todos los seres humanos nos debe comprometer a trabajar en contra de las grandes diferencias que hay en la sociedad y promover la igualdad de oportunidades, en particular en nuestro país, para que esa igualdad cierta de todo el género humano se traduzca en igualdad de oportunidades de educación, de trabajo, de desarrollo, para todos los uruguayos

Otro aprendizaje que me parece interesante destacar es que la pandemia nos ha dado una lección de solidaridad, porque el cuidado de cada uno para evitar el contagio tiene una parte de cuidarse uno mismo, pero tiene mucho de solidaridad, de cuidar al otro, de que el otro no se contagie. Mucha gente que se contagia de covid 19 atraviesa la enfermedad sin síntomas, o con afecciones menores como pérdida de olfato, pérdida de gusto, o algunas otras situaciones, pero para otra gente el contagio es algo muy serio, en algunos casos conduce a la muerte, entonces el cuidarse no es solo por cuidarse uno mismo sino por cuidar al otro, por cortar la cadena de contagios, y en eso hay mucho de solidaridad y responsabilidad, me cuido para cuidarte. Por eso la solidaridad es otro aprendizaje importante que nos deja esta situación que nos ha tocado vivir, de entendernos cada uno como parte de una sociedad con la que tenemos el compromiso solidario y responsable de cuidarnos unos a otros.

En particular, en la construcción esto se ha puesto en práctica hasta el momento con buen suceso. Nuestra industria, luego de una licencia especial de 8 días más la licencia ordinaria de semana santa, pudo continuar su trabajo en una cuasi normalidad a partir de que retomamos el 13 de abril, y hemos venido trabajando bien hasta ahora que estamos próximos a comenzar la licencia de fin de año. La actividad fue recuperando el nivel de ocupación e incluso aumentándolo con los datos que tenemos del BPS a setiembre, por lo que para nuestro sector el protocolo que acordamos para cuidarnos, para protegernos, pero  para cuidar al otro también, ha sido exitoso y nos ha permitido este desempeño.

Ahora viene el 2021 y nos preguntamos que nos deparará: en primer lugar hay que seguir insistiendo con el cuidado de la salud, para evitar los contagios, con cumplir los protocolos; lamentablemente en estas semanas estamos con un aumento de casos importante, ahora nos vamos de licencia y debemos pensar en el retorno. Todos los trabajadores estaremos por distintas partes de la República, y volveremos a las obras el 12 de enero y la situación puede ser compleja, porque cada uno pudo haberse movido en su burbuja o en algunas burbujas, pero retornarán 45 mil trabajadores que vienen de distintos lugares, distintas realidades, distintas situaciones, es un desafío muy grande poder retomar la actividad con la mayor normalidad posible para enero del 2021.

Dejando de lado el tema sanitario, las perspectivas para el 2021son buenas, dentro de un marco de incertidumbre general que persistirá. El impulso de UPM va a ser grande, tendrá un pico de ocupación de unos seis mil trabajadores a mediados de año; también el ferrocarril central, la terminal portuaria, los proyectos de participación público-privada en curso; y el impulso a la inversión privada en vivienda que el Poder Ejecutivo ha dado con las medidas que tomó respecto tanto de la vivienda promovida como de los proyectos de gran dimensión económica. Todo esto configura un escenario favorable, pero habrá que ver en el marco de incertidumbre que aún subsiste, que dificultades aparecen, que obstáculos puedan afectar un crecimiento en el sector que todos deseamos y estamos esperando.

Lo que aparece con más debilidad es la inversión pública. Todos sabemos que tenemos una ley de presupuesto austera producto de la situación fiscal en la que se encuentra el país, situación fiscal agravada por la pandemia, por lo que en ese presupuesto austero la inversión pública está bastante restringida. Nosotros entendemos que el país debería buscar alternativas de financiamiento para la inversión pública, para poder hacer más obra pública, porque la necesitamos para el desarrollo y para la generación de empleo. Porque la inversión en infraestructura mejora la competitividad, apalanca el desarrollo económico y el desarrollo social; y además las obras publicas generan actividad y empleo a lo largo y ancho del país, a diferencia de la inversión privada que se concentra mucho en la franja costera. Tenemos esta inquietud que le hemos manifestado al gobierno y que nos parece que es el camino que el Uruguay debería recorrer.

Culmino reafirmando que somos optimistas pero que la situación sigue exigiendo esfuerzo de parte de todos, compromiso, dedicación, tanto para aplanar la curva de contagio minimizando los efectos de la pandemia, como para potenciar a nuestro sector de la construcción que tan importante es para la economía del país, para la generación de empleo y para el desarrollo económico.

Le deseo a cada lector unas muy felices fiestas y que el 2021 sea un mejor año para todos.